Aún no sé porque no cierro este blog, cada año regreso con la ilusión de volverlo a retomar. No voy a regresar, pero hoy me apetece escribir de nuevo aquí.
A diferencia de mi ultima publicación donde me sentía la persona más emo del mundo, puedo decir que me siento feliz y estoy orgullosa por todo lo que logramos en el 2020 (lo digo en plural por que es un logro compartido), se que para muchos o para todos (me incluyo) el 2020 fue un año complicado, por esa razón no quiero llenar esta publicación de banalidades, por respeto a todas esas personas que perdieron algo o a alguien.
Recuerdo que exactamente hace un año antes de que todo este desastre mundial colapsara la vida de todos, me puse a reflexionar sobre lo que tenia y lo que quería, y al principio de la cuarentena sentí un alivio muy grande con todo esto del distanciamiento social, para mi fue un respiro, me estaba ahogando en un vaso de agua, y no sabia que hacer o que camino tomar, y el hecho de que de un día para otro te permitieran quedarte dentro de tu burbuja, fue lo mejor que me pudo pasar en ese momento, hoy después de 9 meses de "cuarentena" (jajaja) prefiero mil veces la convivencia y el contacto físico. No me quejo del home office, pero si me dieran a elegir, definitivamente no lo elegiría. Aunque se que aún no es momento de retomar la "vida normal" si es momento para seguir sanando de todos esos demonios que llevamos dentro, de seguir aprendiendo y evolucionando, como dicen: "de lo malo lo bueno", esta pandemia me ha demostrado que las personas que deben estar, van a permanecer y que aun en la oscuridad hay una luz que nos hará brillar, así que brillen...
¡Brillen amigos!
